Inventario

Todos los cuentos
Cristina Fernández Cubas
Tusquets Editores
Barcelona, 2008
507 páginas.

Cuando menos te lo esperas cae en tus manos un libro que te rapta de la realidad. Y piensas que de dónde ha salido. Crees que con tu buceo por los suplementos culturales de los diferentes diarios nacionales, por los catálogos de las editoriales que puntualmente llegan a tu buzón, y con escuchar las tertulias literarias (pocas ya) de la radio, controlas el panorama, que no se te va a escapar ningún autor de la nómina –al menos del país- y que quien más quien menos te sonará. Caramba, como siempre, te ves metido en el error hasta las rodillas: Cristina Fernández Cubas, periodista y escritora consagrada en el panorama nacional, se me había escapado. Su nombre no me sonaba a nada, sin embargo se trata de una autora consagrada que incluso el año pasado obtuvo el premio Salambó. Cuando comencé la lectura de Todos los cuentos, y antes de que me atrapara sus ficciones, pensé que se trataba de un nombre más de la interminable lista de narradores publicados por Tusquets. Pero tras pasar por esas páginas, puedo asegurar que otra vez estaba en un error. Digo otra vez recordando todos los juicios apriorísticos que he hecho en mi vida, y en los que siempre me he equivocado. Todos los cuentos es la compilación de relatos más interesante que he leído (de autores españoles) en mucho tiempo. Se trata de narraciones con un punto de misterio, un halo de intriga –me recordaron a un volumen del Nóbel Carlos Fuentes titulado Inquieta compañía, y también se dejan ver por ahí ‘rejos’ de Cortázar, de Borges, incluso de algunos autores del XIX, se me ocurre por ejemplo Nathaniel Hawthorne- narradas de manera precisa y articuladas, podríamos decir, con cierta literatura matemática en la que cada letra, cada suma y cada incógnita se escriben para ofrecer un resultado concreto, que nunca queda al azar. Las voces de estas ficciones varían de personalidad y hasta de sexo: lo mismo hablan niños (para mi los mejores cuentos del repertorio son los narrados por voces infantiles), jóvenes o adultos, viejos y viejas, y en cada uno de ellos los personajes son genuinos e independientes, ejemplo claro de una literatura hecha a conciencia, trabajada y perfilada hasta el último detalle. Por lo demás, la autora ostenta en su bibliografía varias novelas, las cuales intentaré leer cuanto antes. Sinceramente, esta autora supera muchas de las expectativas de lo que hoy se conoce como narrativa española contemporánea. Me lamento de mi error y les invito a disfrutar de una magnífica lectura.